lunes, 14 de mayo de 2012

Siempre.

Es que, ¿se puede saber si haces magia? Me rodeas en una capa donde me proteges y lo único que haces es hacerme feliz. Siento que si no hablo contigo, no soy nada, yo me muero. Te necesito a mi lado como cada día para que me saques una sonrisa, porque aunque tú no lo creas, cuando estoy triste o simplemente enfadada, tú eres el único que me la saca.

En un día de lluvia, donde no tengo nada que hacer, donde mi día es aburrido y simplemente estudio sólo para no aburrirme, sólo pienso en la manera de hablar contigo para que hagas soleado mi día, para que lo conviertas en un día despejado donde todo el mundo sonría y los niños salen afuera a jugar. Sólo te necesito a ti para que tú me lo hagas soleado.

Pero la vida es difícil, muy difícil. Tú tienes tus tareas, yo tengo las mías y hay bastantes cosas que nos separan en el momento de la verdad. Y pensar que este verano voy a estar todo ello sin hablar contigo... Si ya me cuesta no hablar contigo en dos días yo no sé qué voy a hacer en tres meses. Aunque me prometiste que harías lo que sea para hablar conmigo (eres un cielo, lo sabes, ¿no?).

Haces palpitar mi corazón a mil por hora. No puedo llorar cuando estoy contigo porque tú haces que siempre saque una sonrisa, porque haces todo lo que está en tu mano y gracias, gracias por estar ahí cuando nadie lo ha estado, cuando me he quedado completamente sola... Ahí estabas tú. Siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario